IDEAS DESENFOCADAS

Bonita, eres un universo lleno de estrellas en el que cada una constituye una esencia pura de tu ser, tus acciones son etéreas capaces de formar nuevos planetas en dimensiones distintas del universo.
El momento en que te amé las estrellas renovaron su resplandor, pero tu correspondencia a ese amor se fue apagando como enanas azules, hasta llegar a enfriar y congelar el núcleo del sol.
Cuando el hombre descubrió el fuego, también supo que éste lo quemaría… y es que el ser humano, en lo más profundo de su esencia lleva consigo una tolerancia inédita al dolor, pero no sabe descifrar cual merece y cual no.
Y pensar que pude tenerte toda una vida, pero ésta no es justa, ¿verdad?, no tiene por qué serlo, de otro modo sería muy fácil e irrepetiblemente feliz, y creo que todos necesitamos un poco de peligro, bajones y angustias en nuestro camino.

¡Negra te extrañé! ¿Por qué tardaste tanto?… desearía escucharlo, pero ahora solamente eres alguien a quien solía conocer. Quisiera ver en tu pared la carta que te escribí, mis primeros versos dedicados a alguien en particular, esos versos escritos en una mesa de universidad, esas palabras formuladas con tanto amor, que por primera vez en mi vida las sentía mías y que ahora solo son un rimero de tinta acumulado en un papel.

Las palabras que te escribo no son boomerangs lanzados al aire, ni tampoco fichas de dominó puestas en un juego de perder o ganar. ¿Que si te sigo amando?, claro que sí, pero realmente deberías preguntarte si quisiera estar junto a ti.

Soy un desastre, no soy buena para ti por favor entiéndelo... esas palabras aún retumban mi cabeza como rayos de huracán. Sí eres un desastre, un disturbio, un agujero negro dentro del cosmos, ¿pero sabes qué? Eres mi desastre, eres mi tormenta, eres… lo siento, ERAS MI UNIVERSO.

C

“El sufrimiento y el dolor van necesariamente unidos a un gran corazón y a una elevada inteligencia. Los verdaderos grandes hombres deben de experimentar, a mi entender, una gran tristeza en este mundo”.
CRIMEN Y CASTIGO-FIÓDOR MIJÁILOVICH DOSTOYEVSKI