HOY

Esta era la oportunidad que me brindo la vida para abrir mi corazón y decirle que la amo,
Que al fin la encontré, que es la mujer perfecta para mí.
Sin embargo, cada acto de expresión de amor se desvanecía como sombra frente al anochecer.
Cada equivocación tiene un precio, precio que pagaré gustoso.
Conocer su amor, su pasión, la calidez en su mirada, la sonrisa que dibuja su rostro, es justificativo perfecto para pagar el precio que sea impuesto por el destino.
Ahora que la siento alejarse de mí, entiendo que la premura por vivir, fue dejando marcas de dolor imposible de ser regenerado.
No obstante, tengo que reconocer que su amor me ha cambiado, ha conseguido enseñarme el verdadero concepto del amor y sacrificio.
Tanto amor entregado que hoy empieza a esfumarse como una estrella fugaz, capaz de dejar un corazón intacto, inmóvil para vivir una experiencia similar. Ahora que este corazón se ha quedado vacío incapaz de sentir inquietud alguna.