Gata sin dueño


En la tierra del dátil y el té
detras de una palmera allí te encontré
comiendo a escondidas un trozo de pan
sin ponerse el sol y era ramadán
Camuflada tras un triste velo
que ocultaban unos preciosos ojos negros
acababas de escapar de una mugre prisión
y eras la reina de aquel callejón
N
pero tenia claro que aquello iba acabar mal
esos labios, ese cuerpo, todo en ti era bello
no te cambiaria ni por tres mil camellos
Deberias tener pajes, doncellas, sirvientes
pues jamaz vi a mujer tan guapa y valiente
quisiera ser Sultan, Principe o Visir
e invitarte a cenar, a bailar y a dormir
Escaparme contigo en una alfombra voladora
y pedirte matrimonio, que seas mi reina mora
comprarte el anillo mas caro de todo el bazar
y comernos a besos despues de un kebab
Entre olores a cuero y pinchos morunos
buscando el momento mas inoportuno
luchar para vivir, ahorrar para tener
sono el despertador y ¡ MIERDA ! me desperté
Al fin y al cabo tu eras una gata sin dueño
y yo un simple tonto colgado en un sueño.

Conoce más del autor de "Gata sin dueño"