Fuiste tú.

Cuando me sentía solo en un laberinto oscuro, donde no había señal de esperanza, ahogado en el recuerdo del pasado estaba, sin motivación, sin visión, sin alma, no me  sentía como una masa que ocupa un lugar en el espacio, porque ni un lugar en el espacio de nadie ocupada. Me sentía seco, marchitado como una rosa, perdido en los laureles de la soledad, sin saber hacia donde ir. En ese momento de angustia y penuria, llegaste tu a salvar mi alma perdida. Le diste luz hasta a los lugares más oscuros de mis sentimientos, derribaste todo dolor dentro de mi, cubriste la herida que a cada minuto pulsada, y me hiciste ocupar un espacio en tu corazón. Con la seguridad que ahora encontré en ti, me siento despertado de la pesadilla más larga de mi dichosa vida, me siento uno contigo siendo 2, me siento todo lo mejor, desde que llegaste tu.