Extraña dama.
Detrás de tus ojos encuentro aquella calma
que a su vez es una confusión tan exaltada,
no puedo voltear mirando solo el alba,
tus labios tan suaves y dulces ya no me llaman...
No logro llegar hasta donde tu te encuentras cada vez que me necesitas,
sin embargo trato día con día darte lo que mas encuentro fácil de hallar,
no todos los días es lo que esperas recibir,
pero, ¿a caso sabes qué es lo que pretendes conseguir?
A
lo más que puedo hacer es solamente comprender,
que aquella dama a la que más anhelo abrazar,
en cualquier momento simplemente no querrá entender...
No querrá entender las razones por las cuales me aferro a ella,
simplemente entenderá las razones para no quedarse...
Me pregunto continuamente si acaso ¿este es el precio a pagar,
en un intento estúpido de amarte?
Lo único que consigo ahora es divagar,
entre una pared que tiene una daga esperando matarte...
Conoce más del autor de "Extraña dama."