Etéreo regalo.

Anoche he sentido, amor, que el cielo entero se transformaba
en florecillas multicolores, excitantes, perfumadas y de corolas
doradas…
Anoche percibí, mi amor, la sublimidad del alma,
la esencia de lo incorpóreo, la paz total, ¡tierna calma!.
Sentí que en hebras de plata la luna entera se desgranaba;
Y un regocijo infinito, indescriptible, mi Dios sublime me regalaba.
Anoche palpé de cerca la armonía subyugante, la exaltación
de mis fibras y el vuelo de la pasión…
……………

Mágica noche, tierna presencia, fugaz instante, ensoñación,
sutil aroma de lo invisible que va enmelando a mi corazón.
Anoche he sentido , amor, la exquisitez en mi alma, la esencia
de lo intangible, ¡pues dijiste que me amabas!