Espíritu libre
Espíritu libre, suave y taciturno,
brisa fresca que adorna el mar,
arde el fuego como mi orgullo,
arde tan suave tu lento mirar.
Hechízame pero a tu manera,
sol tan cálido, sol tan sereno,
sóplame como la blanca arena
que ahuyenta mis tormentos.
A
angustias que se extinguen,
tan debajo de las estrellas
que palpa hasta lo imposible.
Mi destino orna la llanura,
guiado solo por el viento
hasta tocar el firmamento
sobre mares tan inquietos.
Me alejo de la pereza turbia
que aquejaba mi universo,
mi furor acaba con el peso
tan calmado y tan sereno.
No siento el sabor del yugo
que adornaba mis cadenas,
imponente como la víbora
cual lindeza en la arena.
Tengo una vida entera
rodeada de astros y versos,
busco un camino mágico
que sacie mis vanos deseos.
Nado en fuego ardiente
sobre el manto desierto,
tan veloz como el rayo,
tan delicioso el veneno.
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