Espectral

Si pasearas, descansando el aliento
en los trechos más rojos de amapolas
sombreados por el roble... y el espliego
renuente a abandonar la tierra, implora.

Si ascender osaras, un invierno
las laderas más abruptas y espinosas,
devastados sus caminos, ya maltrecho
el hondo cubil de la alimaña fosca.

S

i debieras pernoctar, al raso incierto,
arrullada entre lechuzas que incomodan
oídos cimarrones, siempre atentos,
sorbida en las más heladas cotas.

Si renegases, honesta, a un tiempo
de tu vana pasión y la discordia
infligida en aras de un becerro
con cuernos y una tez libidinosa.

Todo, tal un trance alucinógeno
sublimado a su potencia fundadora:
fantasmagoría en donde te deseo
para afrenta a lo real, que me desfoga...