Escritos de madrugada


-I-
Éstos escritos de madrugada
diesen vida a vuestro nombre inmortal,
regidos por el astro en su morada.
Entre la multitud de los vivos
contemplase desde mi ventana,
el ejercicio de letras tras horas extendidas,
adentrada a la habitación.
C
iluminado todo crepúsculo
con el arribo en declinación del día.
Y es entonces,
que la letrilla de vuestro nombre
amanece suspendida en pausa;
entre memorias que perecen
y evocaciones que jamás olvidan.
Una realidad de símbolos
que van nutriendo
la reiteración de todo acto,
imposible de corregir.
-II-
Ocultas bajo la almohada,
las voces lejanas forjando ecos de ecos
a lo largo de un viaje triunfal;
bordado el cáliz abierto
donde se guarde la escena
en sincronía a tan débil respiración.
Una jornada de latidos,
en la conversación de otra noche
sin el sueño reparador,
semejante a la sed de riachuelos
de un incendio que yace distante.
Desecho el sollozo,
hondan las raíces del sendero
y un verso acaricia sin tragedia
las fuerzas yertas del cuerpo.
En tanto, el anhelo en su rumbo
víctima de estáticas fronteras,
dan dulzura a la persistente permanencia
del pecho en sus latidos.
-III-
Inmóvil pienso en el reposo
del azur misterio entre los lazos;
tomada vuestra mirada
bajo el verdor de los ojos claros.
Y es entonces,
que el advenimiento de lunas
se desarrolla en un ceremonia,
la cual rememora el roce de manos
sobre la suavidad del labro.
La presencia acontece
y en su dulzura natural
envuelve todo sentido.
Lacrado se esconde un secreto,
simbólico en el tiempo
que ambiciona del almíbar
de la esencia al horizonte dormido.
ϴ
Octubre 18, 2022
© 2022 Gabriela Ponce- La Dama Azul
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