EPIFANÍAS DE LA JUVENTUD
Esta mañana
me desperté
con el corazón acelerado.
Me percaté de una luz intensa,
era brillante e imponente.
Cuando de un momento a otro
miré mis manos,
estaban deterioradas,
Me dolía todo el cuerpo
y la espalda me pesaba.
Era una horrible pesadilla
que no podía parar.
Comencé a gritar de desesperación
cuando voy a un espejo
y me desnudo frente al mismo,
y logro apreciar
que mis costillas se marcaban al punto de doler,
que mi pelo comenzaba a caer
y que la piel me colgaba.
Lloré y lloré,
interminablemente.
Grité y grité,
del dolor que me engendraba verme el cuerpo.
El tiempo
se fue volando con mi juventud,
mis deseos, mi inocencia,
mi pasión y mi belleza.
Cuando logré retomar mi compostura,
era demasiado tarde,
mis gritos y lágrimas desaparecían
como ver volar una mariposa,
como tirar una piedra al agua.
Me hacía polvo en el suelo.
Y al final,
volví al comienzo
de mi creación.
Conoce más del autor de "EPIFANÍAS DE LA JUVENTUD"