En un abrir y cerrar de ojos
Ciudad, mi arraigada, mi audaz ciudad,
yermas, tus raíces tan sólo lloran.
Muda en palabras, los hechos devoran
de sangre la ausencia de libertad.
¿Oyes escarmentada tierra? -Sí...oran.
Cuna de este pueblo en ti él se desalma.
Son sus dignas voces sordos lamentos
que perdieron sin más su nombre y el alma
al huir de tus heridas y tormentos.
Hoy que los odios son indiferentes,
maldigo el lenguaje infiel que me vende.
Debilitada, ahora Ares te hiende.
Torre de Babel sufres, te resientes
de un ir ajado que nadie defiende.
Tras la reja, mis manos se resignan
al ver tus gaviotas de espalda al mar
que errantes, vuelan sin rumbo ni hogar
a un mundo cuyas fronteras indignan
a tu patria ciega de hondo penar.
Y en un abrir y cerrar de ojos me hundo
cual náufrago, inmigrante, refugiado,
pues nada somos hambriento inframundo,
sólo hiel turbia en desierto exiliado.
Y en un abrir y cerrar de ojos.... me hundo
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