EN LAS TRINCHERAS
Apostados en trincheras,
esperan llamadas de muerte,
en las zanjas recluidos,
donde paz no se halla siempre.
En la noche tormentosa,
por el lejano horizonte,
pálida se va la luna,
anunciando mala suerte.
destellos de luz se vierten,
por las bocas infernales,
de las armas muy calientes.
Llegan a ras de tierra,
sus venenosas serpientes,
y dejan de sopetón,
sembradas en las trincheras:
heridas, dolor y muerte.
Un compañero que grita,
otro al lado lo sostiene,
nada se le puede hacer,
otra vida se nos pierde.
Es su frente un surtidor,
del que mana brava sangre,
muy valerosa y caliente.
Sobre el suelo caído queda,
cuerpo de soldado valiente,
en una guerra de hombres,
que nadie quiere ni entiende.
Solo las nubes lloraron,
la caída de un valiente,
pues las armas reclamaban,
seguir luchando en el frente
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