Elizabeth

Cuando te vi por vez primera
me sentí Cristobal Colon descubriendo América
parado frente al jardín de tus olivos
tu belleza resplandecía como esmeralda
en el infinito cielo, el tiempo se detuvo
perdido en la misericordia de tu encanto
cruzamos nuestras miradas como destellos
en el amanecer en tus
ojos negros de la noche estrellada.
C
descubrí la fragilidad de
tu inocencia.
Cogiendo tus manos sentí
mi corazón temblar como
tiembla la tierra asustada, como
flor de alhelí bese tus labios
encantados con la pureza
de tu fantasía, que despiertan
los gemidos de una monja enamorada.
En la lejanía de tu mirada
crucificados quedaron nuestros
besos, ELIZABETH como el ojo
sordo que no despega la mirada
de la musa encinta quedaron
presos mis sentidos en tu hierva mojada
tejiendo suenos en las orquídeas de cristal.
Como águila desafiando al sol
en las alturas me cobijaste en tu remanso
Elizabeth escrito esta tu nombre
en el silencio del relámpago
y en la paz de tempestad.
Como los días que roban suenos
me robe la nina de tu alma y como
campesino que siembra la tierra
sembré en ti la mujer de hoy.
El viento parado en el campanario
de la vieja iglesia dobla
las campanas de alegría
el joven tiempo con la mirada
en silencio contempla la
triunfante llegada del sonido
enamorado en el
acorde de tu nombre ELIZABETH.

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