El Silencio del Padre
En la penumbra de su hogar, el padre yace,
sus ojos reflejan estrellas apagadas.
La risa de su esposa aún danza en las paredes,
pero ella se ha convertido en eco, en suspiro.
Las hijas duermen, abrazadas a la ausencia,
sus cabellos como hilos de memoria.
Él, un capitán sin brújula,
navega entre pañales y cuentos de hadas rotos.
N
sus manos no buscan otros cuerpos,
sino el recuerdo de su piel, su risa,
la melodía que se desvaneció en el viento.
Las noches son un laberinto de sábanas frías,
y él, un guardián de secretos y lágrimas.
Las estrellas observan su silueta solitaria,
mientras él reza por un amor que no regresa.
Las hijas crecen, sus risas llenan los rincones,
pero él sigue aferrado al pasado,
como un faro en la tormenta.
¿Cómo amar de nuevo cuando el corazón es un naufragio?
Quizás, algún día, el viento traerá un susurro,
una caricia en la brisa, un nuevo comienzo.
Hasta entonces, el padre sigue su camino,
cuidando de las estrellas que su esposa dejó atrás.
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