EL RECUERDO DE UNA MENTIRA

Te observo en una danza
de miradas obscenas,
besos escapados del tugurio
hambriento de mi vientre
y la tentación que invade,
por momentos, mi cuerpo en fuego.

Algunas veces coincidimos en amarnos,
algunas veces jugábamos con las ilusiones
pero todo fue una epopeya de promesas.

A

hora, comprendo lo frágil de la palabra
empeñada en la distancia.
Caminas veredas pobladas de indiferencias
y sigo observando tus telúricos movimientos,
desaparecen cuando intento
rozar el recuerdo de una mentira, que también fue mía.

Yaneth Hernández
Venezuela
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