El póster de la mirada triste.

El póster de la mirada triste.
Vi tu triste mirada de inútil inocencia,
vi tus grandes pupilas mirar hacia la nada
y en el delgado rostro, la mueca enmascarada,
de quien sabe que solo le queda la paciencia.
Apenas once años de vida inacabada,
que despiertan en mí sensación de vergüenza
y son una gran losa, que toneladas pesa,
Mis versos no alimentan tu panza dilatada,
ni tampoco devuelven tu perdida belleza,
pero saben oír tu súplica callada
y compartir contigo tu profunda tristeza.
No quiero blanquear mi vida mancillada,
ofreciendo limosnas con gesto de pereza
y más tarde callar, cuando casi enojada,
se despierte ante mí la voz de la conciencia.
Por eso, te miré y aguanté tu mirada,
en el póster aquel, que colgaba en la Iglesia;
más tarde camuflé dos lágrimas tempranas
y me alejé de allí para que no me vieran.
Antonio Nogales Benítez.

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