El Hombre sencillo que se enamoró
Esa llama que se mantiene en mi fe de subsistir
con el solo toque del palpitar en cada instante del corazón;
siente un deseo de expresar cada latir de su existir,
sin buscar nada oculto más allá de la razón.
Es por eso, que el tiempo se va disuelto
matando los delicados versos en su misión,
liberando el deseo que mantenía envuelto
en sábanas de ceda, dibujadas de ilusión.
S
del no poder controlar una guerra de sentimientos,
basados en el superar cada día la forma de existencia
entregando todo lo que merece la mejor florescencia.
El camino es largo por recorrer
en el viaje inalcanzable de sueños por conocer;
sembrar en el campo una semilla divina
y así crezca madurando con tal valentía,
recorriendo juntos la sutil travesía.
Simplemente es expresar el sentir
en que siempre por ti, buscaré la manera
de hacerte reír, de hacerte vivir;
conociendo cada rincón de una ladera
que sigue su rumbo por la montaña
hasta llegar a tus brazos en la mañana.
Mi vida yo te entrego, desde el momento
en que mis ojos deleitaron la figura
del hermoso resplandor que reflejaba tal monumento;
no es fácil mantener la entrega segura,
aún si mis manos cansadas de sudor sintiera
pero el mismo universo te daría si pudiera.
Quiero por siempre tenerte y
en mi mundo profundo mantenerte,
tantos recuerdos fieles a la emoción
como las letras de nuestra primera canción;
que te hacían recordar quien siempre te adoró
porque, sabes? Seguiré siendo
por siempre sonriendo:
El hombre sencillo que te enamoró.
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