EL GUSANO
EL GUSANO
Halo mil cenagosas cadenas
esta silueta zambo-viscosa,
urdo curiosa mis pensamientos
para liarme en carnes silenciosas.
La fetidez abre mi apetito,
logro embalarme con estas sombras,
se agita el corazón en mi pecho,
Hendir necrosa geografía
me invade y a mis ansias provoca,
retuerzo mis ondas en la senda
que al paso lento muerdo furiosa.
Mientras me mojan perlas salinas
de un amado que lejos me ignora,
yo sigo llenando mis entrañas
de su carne fétida, señora.
Culebreando bajo a la cueva
que en jugos gélidos se remoja,
corroer y despedazar quiero,
engullir la sangre gota a gota.
Empaparme de su loca esencia,
transformarme en su aterrada sombra,
sigilosa noche me confunda
y silente, acabaré en su boca.
Conoce más del autor de "EL GUSANO"