El feminicidio
En un mundo oscuro y lleno de dolor,
Donde los corazones se rompen sin cesar,
Se alza un grito de justicia y de amor,
Contra los feminicidios, un clamor sin cesar.
Las mujeres valientes, fuertes y valiosas,
Son arrebatadas cruelmente, sin razón ni piedad,
Sus vidas truncadas, historias dolorosas,
Golpeando nuestros corazones con brutalidad.
P
Surge un fuego ardiente en cada corazón,
La voz colectiva que clama por la transformación,
Para erradicar este acto de violencia sin razón.
Unidas en lucha, hermanas de alma,
Marchamos juntas, firmes y decididas,
Construyendo un mundo donde la paz no se calma,
Donde la igualdad y el respeto sean nuestras vidas.
No más silencio, no más impunidad,
Cada nombre perdido será recordado,
Nos levantamos contra esta atrocidad,
Porque los feminicidios no deben ser olvidados.
Levantemos nuestras voces, sin temor ni desmayo,
Exigiendo justicia, cambio y equidad,
Porque cada vida perdida es un rayo,
Que nos ilumina en esta oscura realidad.
Honremos a las víctimas con nuestra lucha,
Construyendo un mundo donde sean escuchadas,
Donde se respete la vida y no haya más truchas,
Un futuro donde no existan más lágrimas derramadas.
En este poema, alzamos nuestra voz,
Contra los feminicidios, una dolorosa herida,
Porque juntas, en la unión, encontramos la voz,
Que nos guiará hacia una sociedad más justa y querida.
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