EL DUELO
EL DUELO
Y de pronto mi puño abrazaba mi lápiz en un duelo fulminante
La presión de la sangre las venas resaltaba en la excitación del momento,
Verso tras verso, prosa tras prosa, ensangrentaron el diamante,
Desojaron la margarita y marchitaron el clavel en paso lento.
Lloraba la princesa en su atrio abandonado de agrados,
Mas el cisne desplumado moribundo en el charco
La sangre declamaba rimas de los frágiles desolados,
Basta!!! Clama la mano, pálida y agonizante
Deja que mi muerte exprese mis desamores
Quiero que en mis letras se plasmen todos mis dolores,
No quiero que por parecer enamorado suene a principiante.
Mas aquel magnánimo lápiz hablaba de rosas y claveles
De paisajes de nubes rosas y de eternos amaneceres
Deleitaba con manantiales de burbujas de terciopelo
De la dama hermosa que en su boda eleva su velo.
Al parecer el corazón de aquel madero solo era de grafito
No había una fibra en el que palpitara y bombera su esencia
El dolor nunca había tocado su puerta ni de fortuito
Se llenaba de cantares faltos de cordura y elocuencia.
Cansado el puño, llenándose de valor su venas corto con aquel papel
Manchando de rojo aquel poema de jazmines y de miel,
Perdiendo la fuerza abalanzado cayó sobre el lápiz frío
Mas ni un verso entonces, pudo brotar en ese idilio.
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