El astro del oriente


Oasis céfiro;
un silencio túnica
tejido con hilos polvo arena.
Seda vestidura,
tibieza abrazo, alusivos
al cálido impulso del bereber.
Desértico recuerdo;
los restos labios cuál dátiles miel,
Los ancestros raíz de montaña
danzan al compás del bendir,
en cada vibración cuerda
que amplifica todo puso latido.
Imaginé vuestra dorada puerta…
Dormidas las piedras bajo el lecho estrellado,
y un sonido alejado del aceite encendido
penetrando al fondo de la vida.
Quietud del manto,
edificado por la palabra…
Cuán sublimes y profundas
las memorias flotantes;
internadas en las células crecientes del incienso,
adormecidas en la inmensidad del tiempo.
Procesión de signos,
fuego beduino,
un laberinto floreciendo a través de la tierra
sobre altares de dunas.
Voluntad sigiloso huésped.
Una ventana que abre y cierra
en el espejo de lágrimas,
e hinojos postrados.
El astro naciendo al horizonte,
resplandeciente,
como único punto fijo en el Universo.
« Al-lāh »
ha salido ya, el sol oriente…
Sáhara,
¡Cuánto extraño de ti, los cabellos revueltos en el viento!
-Maktub-
*
Fondo musical: Wama- Meshwar taweel
-Memorias flotantes del oriente-
Febrero 24, 2017
Autor: Gabriela Ponce de León
-La Dama Azul-
© Derechos de autor
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