El Abuelo de los mil abrazos


Había una vez un abuelo que cantaba a los bebés
pero no eran bebés cualquiera, fíjese usted…
eran bebés nacidos prematuramente
y los acuñaba en sus brazos muy dulcemente.
Esas naricillas y ojitos le percibían
era un encantador de la vida
que tardes insólitas en los hospitales
se pasaba meciendo esas preciosidades.
M
Y los dejaban solitos en sus incubadoras,
el abuelo de los mil abrazos venía
y con su voz garantizaba una serenidad embelesadora.
Tal era la gentileza de aquél amable abuelito
acuñando esos párvulos corazones latiendo,
recordando alguna nana que le cantaban de pequeñito
y que no había oído en mucho tiempo.
Les cogía aquellas diminutas manos,
les besaba casi sin rozar sus rosadas mejillas,
qué feliz era aquél abuelo con todo el amor que ofrecía
y qué bonitos momentos para siempre les quedaron.
El abuelo de los mil abrazos como tantos otros
voluntarios que se prestan a labores humanitarias,
solidarizándose con los más necesitados
dedicando su tiempo a maravillosas causas.
( Este señor es conocido como el abuelo UCI, y trabaja como voluntario en el hospital.)

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