Egoísmo bondadoso

Nieve envenenada, labios encerados y un toque de odio propio.
Lo que está mal, ya no es,
y lo que será, se hundió en el mar.
Puertas inamovibles, caminos de plomo, pasos dolorosos.
Así fue…
Lagrimas pesan, besos desconocidos y miedo desilusionado.
Los deseos, perdidos en la inquietud,
se anhelan agonizantes, no, son dulces.
Sonrisas sin sentido, algofobia infantil, gravedad fundamental.
Tiempo de sal, recuerdos desnudos y queriendo volar.
Abrazando los ojos como espejos,
solos, tristes e ignorados.
Oro pálido, viento débil, abandono invisible.
Así será…
Fuego lejano, huellas en el aire e inocencia clara.
Mundo prejuiciado de bondad,
salvado por el egoísmo propio.
Maquillaje de flores, cristal nocturno, felicidad confusa.
¿Dónde estoy?

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