Divagar
El disfraz y la fiesta no cubren las lágrimas,
no apagan las velas dentro de las calabazas
ni cumplen el deseo de un por qué se apagan.
Desfachatez la imagen que miente y engaña
cual animal herido por la espalda del amigo,
por el silencio forzoso del cobarde que se ha ido,
por todo sin decir a pesar de haberlo dicho.
Y continúa la fiesta del cambio y la torpeza,
del diluvio de señales efímeras, encubiertas,
y la alegría de vivir marcha impune a la gresca.
Divagar enlaza el feo pasado con el presente
y deja la puerta abierta al futuro inminente
mas los amos del desdén creado, generalizado,
están bajo tierra sin dueño ni criado, penando.
Acaba el largo día del jolgorio bien simulado
y las golosinas reposan en la cesta del abuelo,
mimbre entrelazada con las manos que abrazan,
que trabajan de sol a sol, sin cansancio ni pausa.
Se cierra el ciclo, divisible genocidio y martirio,
la parca marca las casas y espera en silencio,
el blanco pasa a negro y el negro ocupa el tiempo,
el camino sin flores, ni césped verde, ni aliento
es el fin de un mal momento, es el ocaso eterno.
Autora: María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-
Derechos de autor reservados.
12/10/2022 Madrid. España.
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