Destrabando palabras de mi alma
destrabando palabras de mi alma
He venido del paraíso gris,
destrabando palabras de mi alma,
y atrayendo conceptos amorosos.
Mi padre pasa, y mi madre queda;
nosotros avanzamos por el aire.
Pude atrapar los versos de los pájaros,
añadir el color de los metales,
Todo eso gemía de alegría, yo lo vi,
y me metí con ellos a la vida
hasta quedarme solo en mi destino.
En los altos umbrales del silencio
dupliqué la ternura de las cosas,
y conocí sus íntimos secretos
y desnudé las sombras emitidas
por el proceso largo del olvido.
Así cantó mi alma revestida
de nostalgias sencillas pero amables,
En las tardes fluían de las rocas
armoniosos frescores dilatados,
y el cariñoso entorno humedecía
el aura de la paz contemplativa.
Escuché musitar la hierba triste,
cuando la nube rápido se iba.
Oí llorar los troncos mutilados
y quejarse en invierno los ramajes.
Desde el rincón oscuro de mi casa
escuchaba silbar el aire tibio
mezclado con la voz grave del río.
Todo ese país era tan mío,
que salía mi espíritu a cuidarlo
cuando mi cuerpo plácido dormía.
Me conocían los peces y los pájaros,
y los sonidos vagos de la noche,
y los temblores lúcidos del día.
Salpicaba el perfume de la hierba
mi corazón abierto como un fruto
que se da para el gusto y para el hambre.
Entonces fui dejando mis lugares
y recibiendo golpes de nostalgia
que arrancaban los besos de la infancia
y los tenues suspiros trasplantados
por la belleza gris de las imágenes...
Germán g
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