Desde mi olivar

Desde mi olivar

La desazón, imposible de la oculta
en vuestro nombre;
que obsequia a la melancolía,
los versos en sus siete hojas.

Estrofas de epidermis y cebada
cantadas a la luna neutral;
sobre la viña sinople

Vuestra valía
de los juncos arrancados
al corazón detiene;
y la pasión perfecta
huye hacia el amor obscuro.

Un sable que tiembla,
y rasga cada punto de la vida
del afluente de la noria.

Un nocturno
oculto de los ruiseñores;
a la herida del ocaso
que habita desde mi olivar.

Sin invitación
el mundo vino encima,
y olvidamos el amor.

Para entrar al mundo grisáceo,
en que desvaneciente, tomas de mí la luz.

Autor: Gabriela Ponce de León
® Derechos reservados
20 mayo, 2016