DESDE LO IGNOTO
DESDE LO IGNOTO
Cuando la luna domine con toda su claridad en medio de la noche, mostrando esos copos de nieve sobre la capilla que ya conocéis, os daréis cuenta que sobre los tejados tras vastos muros de piedra, un gato negro observa detenidamente vuestro caminar hacia el gran salón con emblema gamada. Os pido que agucéis bien los oídos. Sí, efectivamente, podréis sentir que algo entre la penumbra del portal se agita discordante, cual extraño y anormal juego de sombras. Y reconoceréis entonces los pasos cansinos de su excelencia, mientras en vuestros recuerdos el incienso se apropia de todo, acompañando esos despiadados acordes con los que habéis fingido un postrero adiós, haciendo que hasta verdaderos piadosos derramen sus lágrimas.
Y cierto, fue su promesa, retornar a poner en orden lo que vosotros habéis alterado. Y en su sala de los candelabros, nuevamente la sociedad espírita del “Buey Apis Áureo” a puertas cerradas se reunirá para examinar vuestras acciones, vuestras almas, según exigencia del ídolo verde, que desde la más ignota profundidad proyecta su sombra calculando ganancia. Encended todas las luces en cada noche, así será mejor, tratad de iluminar esa cavernosa oscuridad que tenéis dentro del pecho, en el corazón, en vuestras mentes. Abrazaos todos si deseáis, quizás la suma de vuestros hechos pese menos en la peor hora. Su excelencia ya lo dispuso aquella vez, cuando con suma prisa habéis tomado sus doradas lágrimas por justificado y merecido premio, sin tener ningún remordimiento de los decenios que ha sufrido, cargando el peso malvado de vuestros pecados.
—“Solamente para eso me han buscado, pero no saben dónde se han metido” —dijo una vez.
—“Ellos merecen estar conmigo, para repetir las invocaciones, los ruegos, sin saber a quién. Ahora verán esos zamarros que hasta en los diarios dicen mucho quererme. Tendrán que seguirme con esa fe indesmayable que aseguraron tener”.
Sí, rezad de todo corazón, por vuestras almas. Y acompañadle sin dudar, está escrito.
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Fondo musical del caso.
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