Decirle adiós.

Decirle adiós no es tan fácil, no es como decir ¡buenos días amor! No sabe igual la partida, el dolor se multiplica y la razón se marcha. Decirle adiós es tan difícil, es darle un hasta nunca y empezar el hastío del lento transitar de las horas truncas, es no verle más en lo que resta del día.
Decirle adiós es toda mi culpa, es dejarla sola, es darle la espalda con mi partida, es abandonarla en el mundo que he construido específicamente para ella. Decirle adiós es dejar mi vida rota y caminar sin alma, es abandonarla quedándome vacío, es no escuchar más sus palabras.
Decirle adiós es la cosa más absurda que se atraviesa en mi cabeza, es cortar mis alas, es dejar mi vida hueca, decirle adiós significa cada vez más pena, es cobardía para seguir sin ella.
Decirle adiós y no llevarla conmigo todo el día; es la cosa más insensata . Decirle adiós es no saber, que al dejar de verla se acaba la vida y yo con ella.

Adrián Escudero G.
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CDMX 16/05/2021.