CUANDO CAE LA NOCHE

El sexo virtual es una sofisticada manera de autodestruirse.
Yaneth Hernández

¿Me amas?
Cuantas veces lo he escuchado
de tantos labios falsos
de confiar ciegamente en la luz
que nace de esa boca que no se cohíbe
de mentir.
Al caer la noche te transformas

en una sombra carnívora
de sexo, perversión y lujuria
desbocando sensaciones
ausentes de pieles,
inspirada por una voz
que alimenta un deseo vacío, diáfano.
¿Me amas?
Y al rayar el día vuelves al mundo
de concreto, fingiendo un decoro
que no existe, una trascendencia
que no tienes y el alma muerta
que vela un cuerpo mancillado cada madrugada.
¡Ay de aquel que ama engañando la virtud!
Hoy, te dejo en libertad
no puedo negar que te amo
con la misma fuerza que una cruz
queda enterrada,
pero no puedo vivir en la agonía
de la duda merezco paz a mis días
sosiego en mis noches,
tu mundo es un andrajo
de insensibilidades estas desconectada
de la realidad humana, del beso
que arropa la sonrisa, de la acaricia
que despierta el numen silencioso de la carne,
del abrazo que une la esencia del amor puro.
¿Me amas?
Qué buscas en esas voces desconocidas,
detente, la vida se va de tu lado
tu cimentada en una cama desierta,
el tiempo te está encorvando los sueños
y tú, allí, entregada a los placeres sin futuro
rompiendo tu piel con fantasías baratas
y dejando ir el amor por la alcantarilla.
¿Me amas?
Disculpa, se me hace tarde
también la libertad espera por mí.

Yaneth Hernández
Venezuela
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