Cortejo eterno

Como poder iniciar un baile de cortejo eterno con tan solo algunas palabras, podrían acaso ellas alcanzar para arrancar lo corrupto que he incrustado en tu alma, podrían ellas besarte con harapos simpáticos mientras te devuelven lo que yo me he robado a oscuras mientras dormías, tu nueva querida te desvestirás con la piel hirviendo en deseos, deseos no tan ansiosos como los que juraba cuando te quería, ella se te ofrecerá danzando entre colores e infinitos bosques verdes y tú le harás el amor con sentimiento intenso, como si en ellos encontraras mi presencia, profundamente te hará daño la idea de mi olvido, por ello sonreirás a sabiendas de que a veces la vida se torna demasiado triste, sin dejarme atrás, te envolverá el tiempo, gritaras entonces en nuestra cama, con voz de aquel que se ha perdido, mientras allí mismo escucharas el estallido de su éxtasis ajeno, triste, porque nunca más llevara mi nombre, se perderán tus manos que siempre alcanzaron para consolarme, podrás llorar muchas veces al día, de la misma forma que mi espalda necia se ofrecía herida, solo para que tú la besaras, por rencor soportaras la anestesia de un mundo incesante, por locura sufragarás en su ímpetu inusual, rogando en sueños que aquel yugo de ausencia que se te presenta, no sea más que la lluvia de estrellas que encontraste al verme parpadear.