a contrapulmón

tengo prisa y poco tiempo que perder
tengo barro en los zapatos
me persiguen unos ojos del color de las almendras y unos labios temerarios que me saben desarmado
neuronal enardecido
tan de lado
tan torcido
ignorando si lo hallado en el camino es lo esperado
o se trata de un constructo imaginado al amparo de lo falso y prohibido