Completo descaro

¡Discúlpame!
Hoy debo confesarte que no pude resistir esta jodida tentación. Discúlpame por ser un hijo de la chingada y por fijar premeditadamente mi atención en algo que tal vez en su momento no debí. Disculpa lo sinvergüenza que he sido contigo y por faltarte de algun modo el respeto; por no ser del todo honesto y por hacerte creer que sólo tus ojos y voz me tenían estúpidamente enamorado; por hacerte pensar que solo tu bella sonrisa y tu forma de ser me tenian embobado y un tanto endiosado. Disculpa mi sincero y chingado cinismo. Discúlpame aun sabiendo que mis ojos definitivamente ya no podran voltear a verte como antes o como siempre; de verdad discúlpame. Disculpa la confesion y mi completo descaro; pero de verdad…

¡No pude resistir la tentación de mirar y fantasear nuevamente con la insolente sensualidad de tus preciosos y colosales senos!