CARTA PERDIDA

No sé,
mi mente no lo puede entender,
tal vez,
mi corazón no lo quiera saber;
¿cómo puede ser que me suceda esto?
No sé,
mis lágrimas no dejan de escapar.
La noche que para mí
está más hereje que nunca,
a ti, en manos de la lluvia

te vino a acompañar.
El silencio de este cuarto,
la distancia entre tú y yo...
y sin embargo te siento tan cerca;
¿cómo puede ser que me suceda esto?,
¿de dónde sale tanta soledad?
Podría morir aquí,
podría salir a correr, a saltar
y a gritar lo que siento al oído de todos,
pero sólo tiendo a quedarme pensando en ti
como si fueras mi única salida
lo único real
el único misterio que me perturba,
que me acecha, que me enloquece,
que me envenena,
que me tiene hipnotizado,
que me circula por las venas,
que me trae y me lleva como un loco.
¡Oigan todos, yo la amo!
No me importa lo que digan, lo que piensen
ni las leyendas extrañas que inventen.
¿Cómo puede ser que me suceda esto?
Tú estás aquí, estás en todas partes,
en mi aliento, en mi cuerpo y en mi sangre,
en los colores, en las formas y contrastes,
en el aire que aspiro,
en los sueños que imagino,
en cada copa de vino,
en el humo del cigarro,
en las sábanas dobladas,
en la oscuridad del techo,
en la fragancia de mi pecho que te extraña,
en mi alma.
No me importa si no quieres creerlo,
te lo digo una vez más, te amo,
y siento como que el resto no importa,
porque tú eres la única que vive
dentro de mí,
porque tu imagen es la única que vi
y es la única que perdura en mi alma.
Eres lo único innegable,
lo único que sabe tocarme sin tocarme,
lo único que sabe amarme sin amarme,
lo único que sabe odiarme sin odiarme,
y aun siendo un esclavo
me dispongo a conquistarte
y no temo, pero sufro,
y te busco aunque sé que muchas veces
no te encuentro,
y te llamo y enloquezco
y tu mirada me abate
y tu sonrisa me llena
y tu cuerpo me arrebata
y tus palabras me hieren
y otras veces me calman;
¿cómo puede ser que me suceda esto?
No sé,
mi mente no lo puede entender,
tal vez,
mi corazón no lo quiera saber.
¡Cómo quisiera advertir que estoy en ti,
cómo quisiera!
La distancia entre tú y yo,
el frío, la lluvia, las horas,
el pasado, la locura, las puertas cerradas,
las paredes,
el silencio de este cuarto,
la impotencia, la ignorancia,
los libros abiertos,
el mundo, el mundo, el mundo...
y sin embargo te siento tan cerca.