Bajo la Sombra del Árbol
Fui aquel árbol donde jugábamos, cuando éramos infantes y la inocencia bailaba entre las hojas. Allí, en su sombra protectora, nuestros corazones tejieron risas y secretos compartidos.
Pero llegó la etapa de los sentimientos, como un viento inesperado. La amistad se transformó en un laberinto de emociones, donde el amor y el dolor se entrelazaron como raíces profundas.
Nos separamos, cada uno siguiendo rumores de otros destinos. Los años pasaron, y el árbol permaneció, testigo silente de nuestras historias entrelazadas.
Un día, la nostalgia me ataco, y volví a aquel rincón. Las memorias, afiladas como dagas, se clavaron en mi corazón. ¿Dónde quedaron los juegos, las risas, los secretos compartidos?
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