Bach - Primera
Podía llorar, debía llorar
esa era la premisa que antecede la lección.
No sabia cuando, por que, donde ni cómo
pero debía llorar.
Cual profesional de la mentira.
Era todo un teatro de realidad interna;
Capas de una construcción ajena y heredada.
Combativa, aniquilante, pedía ayuda.
El enfermero había sido confundido por victima.
Pedestal de cristal que olvido a Cenicienta
Y el cuento solo se narraba en los pasillos del paseo
Allí, mendigos ricos
en poesía y eufemismos de amor.
Ahi mismo donde la realidad supera la ficción
y la ficción se vive cada dia.
Al final, todos somos actores.
Esperando el aplauso a una nueva función.
Actuar, actor, acción. Ironías de la vida espectacular.
Lloró. Se aplaudió. Degustó lo imposible.
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