Ayer

Ayer por fin me di cuenta de que tu amor, ni remotamente merece el mío
Que por más intentos por salvar lo que alguna vez pensé mi sueño, jamás existió.
Simplemente fue un abrir y cerrar de ojos de uno para uno y no de dos para dos.
Hoy me siento libre de pensamiento y de acciones, de no tener miedo a perderte.
Al contrario la tranquilidad llega de poco en poco y de más a más.
No te guardo rencores, al contrario te agradezco el haberme abierto los ojos que estuvieron cegados tanto tiempo para ver la realidad.
Hoy ya la inquietud se retira de mi alma, ya no siento ese pesar sobre mis hombros, ni escucho la obscura voz, del pensamiento, de vano aliento de un insiste ya terminado
Hoy cierro las puertas del pasado de ti, abriendo la ventana del presente para mí, brindarme una nueva oportunidad de vivir la vida intensamente, como siempre la viví, con los míos con los que de verdad me aman y amaran por siempre mientras exista este cuerpo, este ser, esta imagen hasta ayer desgastada que hoy se ilumina con el primer rayo de sol, con el primer rayo de esperanza, serena, discreta verdadera.