Ayahuasca

Recuerdo cuando tuve mí experiencia con el Ayahuasca y la coca, el chamán que me curó me dijo que escribiría historias sobre el pueblo indígena y que yo debería escribir una historia sobre mí pueblo, Argorea. No tuve alucinaciones, ni nada, pero al escribir, una maquinaria poética, afloró de mí piel y también se me dijo que debía elegir un nombre para una planta y que ella me representaría, le puse "Gea" y se me confío que las plantas me habían salvado la vida, por eso, decidí llamarme "Silvestre". Más tarde, pase a "Flor India", escribí sobre Argorea y mi alma pasó por la purga, también se me reveló que la diosa del fuego me cuidaba, a la que llamé "Phylum". El don de la poesía se me había dado y la llamé "Palabrerían" y el aire es quien me había ayudado en mí trance en el mundo de los espíritus y le llame "Anaxagoras" he ahí el inicio de mí historia y poemas, gracias a aquella experiencia que fue inolvidable.