Aquel Gusano

Junto al viejo pirul
Que a la ventana del comedor miraba
En un rincón de pared y cristal
Un rosal de plástico adornaba.
Era color de rosa desteñido
Y verdes hojas un poco lo alegraban
Pero eran tan reales sus colores
Que cualquiera verdadero lo miraba.
Una mañana lluviosa y triste
Mirando el jardincillo pensativa

Ví a un gusanillo feliz subirse
A aquel rosal que vida no tenía.
De crisàlida a capullo transformarse
Y luego a mariposa colorida
Creyó verdadero aquel encanto
Para pasar allí su corta vida.
Y aquel gusano lindo y hermoso
Enamorado de un espejismo
Sintió las rosas hojas y espinas
Vivió minutos de gran realismo.
Pobre gusano
Qué ciego fuiste
Te has engañado
Como en la vida
Nos pasa a todos.
Has creído verdad lo más divino
Creíste suaves aquellas rosas
E imaginaste feliz destino.
Yo no me atrevo a desengañarte
No tengo fuerzas para quitarte
Del verde tronco de tu espejismo.
Sé que muy pronto vas a morirte
Pero aunque vivas unos instantes
Tú has escogido tu cruel destino.
Y diario a diario he de mirar
Como tu cuerpo se va secando
Pero no puedo desengañarte
Me faltan fuerzas
Para enseñarte
Que equivocaste
Tu fiel destino.