Amantes
Exquisito cuando deseas tocar aquella piel ardiente,
llenarla de besos, dejar la huella en el lecho
cuando le hagas el amor.
Sostener su mano cuando exhale el ardor de su vientre,
mirarle en la euforia sabiendo que ha alcanzado
el cielo en los brazos de su amante,
que no la suelta y la hace arquearse, jadeante, suplicante.
Vuelve y bailarán en la noche fría,
le arrastra pidiendo el sabor del amor olvidado.
Muestra cordura en las palabras,
los actos le ha llevado a tocar
la más ardiente sonata de los amantes
que se enredan en amores imposibles,
en amores de soledad.
Mírale,
abre candorosa el venero de la pasión que llora su cuerpo
sudado de lujuria, la aberración que los consume en pecado,
al infierno donde se abriga en complicidad,
solo una discreta mirada al andar
por los caminos de la realidad.
Amante
bajo sonrisas descaradas, gritando la pasión de sus caricias.
Siente
siente, cuando le abraces porque ya son una misma piel.
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