ALZHEIMER

Ha llegado ese día y hora,
en el que las ideas se me escapan.
Mis redes cerebrales,
ni una siquiera atrapan.
Están tan agujereadas, tan rotas,
que los peces de este mar de confusión,
por sus agujeros se me escapan.
Son tan enérgicos, tan fuertes,
me hacen vislumbrar fogonazos
de rayos en la tormenta del recuerdo que se apaga.
Se escapan todas, no me queda nada,
solo me queda el sentimiento,
que me llora, me ahoga y me mata.
Enseguida, me preguntan:
- ¿Por qué? ¡ Qué te pasa?
Sin poderles decir nada,
sin que mi alma sienta alegría,
les sonrío para ver la felicidad en sus caras...
¿ Cuánto tiempo me queda, Señor,
por vivir en los sentimientos?
Las ideas se me han ido,
los sentimientos, envidiosos, las siguen y me embargan,
y yo, cuerpo cuasi inerte,
sin ellos, nota que no vive;
que todo se me ha ido,
que ya no tengo nada,
que ahora, todo me falta.

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