Un Romance Para Marisol

Por el olivar venían
bandoleros a caballo,
bajando de su mirada
con corazas de cobalto...

Traían por contrabando
el encanto de sus ojos,
era la esencia más dulce
de dos astros tan hermosos.

C

aminando de su mano
recorriendo iba mis sueños,
bajo la noche estrellada
de letargos y desvelos.

Su sonrisa dibujada
en unos labios perfectos,
que besar quería tanto
enamorado el mismo Eros.

¡Qué poeta no la sueña!,
¡Qué pintor no la imagina!,
si de las sublimes musas
tiene la faz más bonita...

Fraguada en el mismo cielo
fue, su carita angelical,
inspirada en las estrellas
y por la hermosa luz lunar.

Los pétalos de las rosas
dan perfume a sus cabellos,
la fragancia que despierta
en los más tiernos anhelos.

Que se pueblen los jardines
con excelsas amapolas,
y se batan a su andar
más de cien mil mariposas...

Cabalgando por el llano
marchan ya los bandoleros,
mientras sueñan los poetas
con sus ojos y sus besos.