Trastorno de Ansiedad y Depresión

Mi psicólogo me recomendó
escribir para la depresión
para la ansiedad, para todo...
para mediante versos
desfogar penas, estrés y
una discapacidad.

A la poesía la considero amiga
quien esta conmigo con un abrigo
de palabras que colman de calma

el ánimo de aquel pusilánime
que lleva mi mismo nombre,
aquel hombre que duerme mucho
aunque lo veas despierto
y es cierto, hasta parezco un
muerto en vida, con mirada vácua
hacia un mundo inexistente,
una utopía en mi mente que carcome
mi cordura con tal soltura que
ya ni me reconozco...
Un espejo puede decirme que soy
pero ante mis ojos... ¿quien soy?
Un espejo que refleja mi apariencia
pero
¿que refleje mi ser y mi conciencia?
¿Con que escribo todo ésto?
veo mis manos pero ya no son mías,
camino viendo unos pies que no son míos,
ya nada me pertenece, si no a una mente,
que me controla más a mi que yo a él,
y sin confusiones, no estoy demente...
Corazón a mil, sudoración,
¿estómago por que te revuelves?
fatiga, ahogo, fea sensación..
Me persiguen, olvido algo,
tengo todo, lo reviso y lo reviso
pero, ¿olvido algo?
No quiero salir,
éste mundo me desagrada,
perdón... su juventud malograda,
ésta tierra no tiene culpa
pachamama te ofrezco disculpa
por todos aquellos que te ensucian,
te destruyen para una riqueza
que desahucia fantasías,
riqueza que al morir nadie lleva,
sólo unas manos y alma vacías.
¿Me he dejado las llaves de nuevo?
te reviso, te veo y te vuelvo a revisar.
Comida tras comida para evitar tristeza,
en mi plato hay arroz y melancolía como presa.
Preocupaciones insignificantes,
para mi puede ser un efecto mariposa,
tensión, ansiedad, catástrofe
y obsesión por cada pequeña cosa.
Cada noche despierto en un mundo extraño
tan extraño que me veo feliz, nada huraño
con éxito, con amor, profesión y sin daño
pero lo repito, para mi, un mundo extraño.