Tormenta que atormenta

Esa fuerte lluvia que borra tu sombra,
ese perfume ciego que opaca tu olor,
ese cálido quejido, que calienta mis pechos
en la ausencia de tu cuerpo.
Esta dormido el recuerdo fogoso,
la histeria del cándido latido de un corazón cautivo y roto.
La serenidad vacia de los pequeños recuerdos y las alegrías pasivas del tiempo
amortajado de breves cuentos y mágicos momentos.
En el lapsus del candente beso, entre el chiste de tu humor negro, naciendo sonrisas donde quebrantados fallecían los plenos secretos.
Hoy despierto a la noche entristecida, luchando en la agonía de la sabiduría, desde sílabas sin acento, hasta vagos pensamientos oxidados por tu silencio.

Pero que siga lloviendo en cualquier instante, en cualquier espacio en cualquier momento...porque ninguna tormenta será más intensa que mis
genuinos y fogosos sentimientos.