Tardes de leche y miel.
Detrás de tus pequeñas orejas de pétalo de tulipán se enreda tu cabello,
Se esconde tentando a mis sentidos para que lo alcance.
Si pudiera alcanzar tus cabellos y sostenerlos en mis manos
Hundiría en ellos mis dedos como el agua entre las ramas.
Abrazaría con mis manos dentro de tu cabello tu cabeza
Y frente con frente respiraría tus aromas de flores.
Me gustaría me cantaras con tu voz de riachuelo empedrado.
Respirar la paz del mundo y saborear leche y miel en la vida
Desde que tú estás en ella es una vida nueva y dulce.
Los días más perfectos siempre tienen un rastro de ti
La vida más perfecta solo la completas tú.
Te abrazo como si al soltarte la vida se me fuera a ir contigo
Y te suelto con la ciega esperanza que me la devolverás al final del día.
Me he vuelto el viento para alcanzarte. Me he vuelto la roca para sostenerte.
Me he vuelto tuyo sin pensarlo. Me he vuelto la luna vigilante.
Voy a refrescarte con mis brazos de ventisca y levantarte con mis piernas de piedra,
Para que sigas caminando hacia donde desees que este atardecer te lleve.
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