Sueños

Laberintos, tiempo incomprensible de razones, que en papel se tiñen las letras de los corazones, de sentimientos tan fuertes como… ¿Cómo qué? ¿Es que acaso hay algo comparable con la posibilidad de encontrarte?
Déjame ver más allá de tus ojos, de esa luz iridiscente, diáfana de pureza, de esperanza, de sueños deseosos de reflejarse sobre las nubes.
Déjame perderme por un momento y fantasear con la ínfima posibilidad. Perdido, bandido, que ha corrido en la luna y regresado con tres dedos menos de frente por culpa tuya, sí, de tu sonrisa, que refresca el estómago cual aleteo en la brisa.
Descifrar tus sueños quiero, guiarte en ellos hacia la lucidez, en la caricia de tu mano sobre la mía, recárgate y duerme, tráeme tus miedos y los haremos pequeños, que te llevaré dónde las ideas revolotean y los venenos endulzan.
Mírame fijamente y dime si es que en mi mente encuentras solo tu reflejo. Déjame convertir las tardes grises en paisajes difuminados, permíteme encontrarte.