Soneto XVI

2016 Feb 18
Poema Escrito por
Conde Waldstein

Soneto XVI

La espuma que rizaba tu cabeza
Manchaba los cabellos blanquecinos,
Hermosos como mares coralinos
Que dejan en la costa su pereza.
Tu rostro fue bandera de nobleza,
Los ojos vivarachos, peregrinos,
Atentos a los brillos cristalinos
Del aire que enseñaba su pureza.

Halló en tu pecho un rico posadero
La luz de tu cariño y tu ternura,
Nacida de tu voz, raro lucero.
Jamás bebió tu voz de la amargura
Ni el brillo ardió en tus ojos sin esmero,
Mas tu cabello heló la nieve pura.

2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del alba"

2016 Feb 18

Conde Waldstein
Desde 2016 Feb 07

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