Solo en mi mente
La sumisa mente de un alma
Que predilecta un sentimiento de
Una perfecta agonía que enmudece
Los ensordecedores y silentes gritos
Gritos provenidos de una desamparada
E inequible habla que retumba en ella,
Yo y mis propios nervios estamos en pena
Y en gran soledad solitaria parada.
P
Remordimiento siento por mí mismo,
Parece un gran asustador en sismo
En un mar encarecidamente lleno de sentimientos.
Una armonía espero entre la mente
Que está en mi cuerpo y la suya entera;
No más de sus adulaciones, quiero que vea
Que está en su propio mundo, su ente.
Yo sigo escribiendo mis propios
Sentimientos reflejados en pensamientos
Que escribo con aquella mano y siento
Un arduo enfoque hacia su alma, absorbió.
El mundo exterior sigue consumando
Todas sus cosas y chismes intentando controlar
La mente de los más débiles al enrolar
Sus estupefactos pensamientos al mando.
Mis miedos palparon su mente,
Compraron su estadía ahí y allá,
Comprenden todo su esplendor
En una gigante y estruendosa misión.
Mis viajes a un fantástico mundo
Lleno de libertad, justicia y paz
Han ido desvaneciéndose de la faz
Del mundo en el que vivo – me hundo –.
Maldito sea el día que tuve que saber que
Vendría a este mundo loco
Maldito sea todo aquel mundo que esclarecí
Y logró todo su mal agüero.
Cada vez me encierro más, cada ladrillo
Va encerrando cada minuto y espejo
Entre un misterio y otro para ser mejor,
Todo tiene su sabor insípido denigrante.
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