Semillas…

Si no estuvieras hoy en mi vida,
Mi alma seguiría descalza, compungida y vacía.
Si no tuvieras siempre una palabra constructiva,
Mi corazón seguiría latiendo en medio de las ruinas.
Si no encendieras mi mirada con tu luz cristalina,
Mis ojos de agonía enceguecidos, aun llorarían.
Si no me hablaras con Tu verdad infinita,
Mis pasos dejarían huellas en senderos de mentira.
He aprendido que la suerte, las casualidades y el destino…
No son más que palabras que suenan a lo mismo,

Porque solo Tú, edificas mi existencia en el camino.
He sentido como Tu mano amorosa,
Ara las entrañas de mi alma y planta semillas
De fe, de paz, de perdón y de esperanza,
Que crecerán hasta ser
Árboles frondosos en aquellas praderas
Donde mora tu misericordia.
Un fuego eterno se posa en mi pecho
Y tu espíritu hace nido en mí adentro,
No hay dolor, no hay agonía, no hay sufrimiento…
Solo un goce intenso,
Y mi carga se hace menos pesada,
Porque tus manos pones sobre mi espalda,
Y mi confianza se deposita entera en Tu
Palabra.