SE ME OLVIDÒ APRENDER DE MIS ERRORES

SE ME OLVIDÒ APRENDER DE MIS ERRORES

Se me olvidó empezar el día con una sonrisa,
con el corazón probo, con sencillez, con humildad,
se me olvidó comprender que los fracasos son una fuente de sabiduría,
aprender de mis errores,
y la belleza como el dolor son una opción,
que cualquier cambio en nuestras vidas es la búsqueda de la verdad,
debemos advertir nuestros pecados, debilidades y fortalezas.
Se me olvidó que aquel que se arrepiente y enmienda

deja atrás las piedras regadas en el camino
y recordar que debo disfrutar de cada momento,
este mundo está hecho a mi medida.
Se me olvidó levantar mi espíritu en cada amanecer
y que nunca es demasiado tarde para vivir honradamente,
Dios me va a esperarme, él es infinitamente paciente.
Se me olvidó que los golpes duros dejan profundas enseñanzas,
mientras los golpes suaves ponen velos a la verdad,
no requieres ser culto o tener un título colgado en la pared,
sólo un corazón noble y la magia de tu imaginación
y que todo con el primer paso ha empezado.

Se me olvidó usar mis heridas para hacerme más humano,
qué aquel que se esconde tras sus pecados voluntariamente,
yacerá en la oscuridad, la vida se encargará del resto…
Se me olvidó, qué todo en la vida lleva un propósito,
y recordar que el ego es un enemigo peligroso,
es una enfermedad que nos hace caminar entre tinieblas,
que toca la puerta las veces que sea necesario.
Los dramas humanos son resultado de un ego que nos atrapa,
el ego, siempre es un enemigo poderoso que nos depara esclavitud,
para medrar nuestro ser interior, quitándonos libertad.
Se me olvidó que el mayor error de todos es no perdonarse,
pudiendo hacerlo, se llama conocimiento,
la belleza solo puede ser cincelado por sentimientos nobles,
y que todo cambio es posible en pequeños objetivos,
sólo debo mover las piernas para bailar.

¡Hoy conocí el amor, revelándose ante mis ojos la belleza del mundo,
su luz mora en todos nuestros corazones!