Revolución del alma.

Hoy suelto las amarras
de mi silencio cautivo
entre las fauces letales
de mi críptica tristeza
y lanzo al viento el amargo
residuo de esta agonía,
vaciando con mesura y tino
los bolsillos negros del alma.
Hoy incendio la penumbra
que cubría mi insomnio,

Digo adiós para siempre
a mis lágrimas furtivas...
y a las evidentes;
a mis pasos lentos,
a mi mirada perdida,
a tu recuerdo incrustado,
quemándome las sienes
y a tu voz que fue eco,
resonando en mis oídos...
Hoy seré fugitivo
por sepultar tu nombre
en las grutas del pasado.

!Basta de frotar con mieles
mi corazón mutilado!
Quiero descorrer las nubes
para bañar mi rostro
de clara luz del día;
andar con paso firme
por el camino del Sol
y que nunca sea noche
ni me acose el frío;
!Y vivir!!Vivir cada flor,
cada cielo, cada sueño
que asome a mi sendero!